Los Rostros siempre me han llamado la atención, mostrar sensualidad y belleza a base de transparencias, atrapar con la mirada al espectador, que se sumerja en la tesitura de sus labios, que entre abiertos, parece dispuesta a contarle todos sus secretos.
Color color, color… Capa sobre capa, patinas, pintura arrastrada, texturas, emociones, sentimientos, una pequeña muestra que invita a que la observemos en la larga distancia, donde tendremos una visión global de la obra, a media distancia, donde la percepción de la mancha, no es lo que parecía, y en la corta distancia, donde lo que no parecía, pueden ser muchas cosas, en donde quizás, te haga participe de mis ensoñaciones oníricas, o te evadas contemplando el color, te tranquilices, te relajes, te envuelva con una aureola de preguntas, que por un instante te olvides del mundanal ruido que hay a tu alrededor, y de tu interior, que tengas un ápice de paz, por que en esos momentos de silencio, recorriendo la obra, quizás te des cuenta que por un momento, eres mas Feliz… Pero solo quizás.